Con el paso del tiempo en la piel empieza a hacerse visibles las arrugas, producto de los efectos nocivos de los radicales libres, estos se hallan en el tejido de la piel en pequeñas cantidades como consecuencia del proceso de respiración celular que modifica el oxígeno molecular a agua. Cuando la cantidad de radicales es excesiva -estrés oxidativo- se acelera el envejecimiento cutáneo.
En una piel envejecida se observan: pérdida de elasticidad, flaccidez, resequedad, arrugas, surcos, manchas o discromías.
Ante esta realidad es fundamental el cuidado de la piel con la utilización de pantallas, filtros solares, y mantenerla humectada y nutrida con cosméticos que contengan activos antioxidantes. Estos activos son SOD (superoxido dismutaza) Vitamina C y E, Retinol, Co-enzima Q10 entre otros.
Productos con estas características están indicados para todas aquellas personas que desean prevenir, revertir o mejorar los signos del envejecimiento o fotoenvejecimiento cutáneo.
Siempre es necesario contar con el asesoramiento del profesional, para que aconseje el producto y tratamiento más adecuado.
Fuente: EEV